Escepticismo espiritual

Estamos condenados a vivir 13.000.000 millones de veces por debajo de nuestro potencial. Transitamos en este mundo sin comprender un dolor y un sufrimiento que no tienen respuesta. Si nuestra mirada intenta alcanzar el infinito seremos absorvidos de inmediato por un huracán de limitaciones que nos arrastra al nivel de los gusanos. Entonces el hombre invoca a los dioses pidiendo clemencia y busca la virtud para ser favorito a los ojos de una entelequia trascendente.

Se busca con ello a sí mismo en éste mundo de ilusión y al mismo tiempo desplaza la realidad a un nivel inasible que siempre debe estar un paso por delante de nuestro derecho a Ser. Piensa en el pecado como orígen de su existencia presente, y compite entonces con su sombra por salvar el alma en la lenta tortura del karma, haciendo de la inocencia un pasaporte al infinito y creyéndose culpable del crimen de la vida. Pero lo cierto es que en la inocencia viven y en ella anidan las alimañas que se posan a devorar su espíritu.

Apacigua la terrible noción de una muerte segura con placeres y sueños efímeros que lo arrastran y lo retienen, y ha de serle negado ese infinito hasta que renucnie al todo por una parte. Esta es la condición de ser un grano de arena en una playa de lágrimas; el cuerpo, que es lo único suyo, por un alma que nunca va a pertenecerle. Y ésta circunstancia llena de arrugas su único tesoro; lastimosa flor que se marchita en la fragmentación de cada una de sus moléculas como universos que nacen y mueren en el vientre de una diosa enferma.

Ya no puedo creer en ésta realidad impostada, ni en ésta vida ni en ésta muerte, ni en éste tiempo ni en éste espacio, ni en éste nombre mío; ni en éste espejo de cuerpos celestes llamado “polvo al polvo”.

Ya no quiero más imposibles, ni mucho menos posibles.

Lo que quiero es que la voluntad de Ser manifieste su más profundo deseo, la única realidad en éste y en todos los universos existentes e inexistentes.

dicho ésto ya puede perder el Barcelona

Y éste cuerpo también nos limita porqué está separado de su espíritu, los consideramos cosas distintas cuando es una sola cosa fragmentada. Cuando intentas asumir tu poder real siempre hay algo que te hace volver a tu pequeñez original y no puedes desplegar todo lo que eres. El hombre es una criatura acomplejada frente al universo. Y eso está tan arraigado que no puede nunca llegar a su própia potencia, lo máximo a que puede llegar es a experimentar lapsos en los que una parte de su ser vuelve a ponerse operativa pero luego eso se desconecta y sigue a ras de suelo porqué está atrapado en el tiempo y el tiempo es fragmentación.

Y cuesta vivir sabiendo que en realidad puedes mucho más de lo que se manifiesta en esta realidad pero no puedes llevarlo aquí y ahora. Si pudieras por un solo momento por pequeño que fuera terminaría éste juego de una vez por todas...

NOSOTROS ORIGINALMENTE NO SOMOS PEQUEÑOS HONGO COSMICO. ESTE CUERPO DENSO NOS LIMITA PERO PODEMOS APRENDER A USARLO BIEN

Es que lo expresé mal cleo, con "pequeñez original" quería referirme al momento antes de recuperar lo atávico, es el momento que por lo general vive el hombre, pero no es nuestro estado primordial. Y si, la biología nos limita en un principio porqué dependemos mayoritariamente de fluidos corporales, serotonina, oxitoxinas, adrenalina, sangre etc... y así es más fácil limitarnos porque se puede alterar fácilmente el riego de estas sustancias en el cerebro mediante imágenes, ideas, moral, ondas eléctricas y entonces sufrimos depresiones, problemas psíquicos, falta de confianza, ceguera... pero también en la materia reside la conciencia y si despierta entonces es un arma de doble filo.

YA, BESOS