De: MSN TARANTULA_NOCTURNA (Mensaje original) Enviado: 22/04/2004 13:44
Diario de Avisos - Tenerife - 21 de Abril de 2004
Suicidio colectivo con zumo de frutas
http://www.diariodeavisos.com/hoy/noticias/tenerife/P40252A.html
La Fiscalía no tiene pruebas de la supuesta inmolación masiva de
Heide Fittkau-Garthe y sus acólitos en el Teide en 1998
La policía aborta un suicidio colectivo en el Teide". Ese fue uno
de los titulares aparecidos en la prensa nacional y extranjera el nueve de
enero de 1998 para dar cuenta de una operación desarrollada en el Barrio de
la Salud donde las fuerzas de seguridad detuvieron a más de 20 personas.
La noticia irrumpía en una época en la que adeptos de otras
sectas destructivas llevaron a cabo suicidios en masa en países de Europa,
como la tragedia de la famosa Orden del Templo Solar o el caso de los Niños
de Dios, la asociación acusada de corrupción de menores en Barcelona
Maile Lutzardo
Santa Cruz
Según la versión del momento, los detenidos planeaban, bajo la
influencia de la súbdita alemana Heide Fittkau-Garthe, suicidarse a las ocho
de la tarde del ocho de enero de 1998 en las faldas del Teide. Creían que
era la fecha del apocalíptico fin del mundo y que un OVNI vendría a
recoger sus cuerpos sin vida. Obviamente, el fin del mundo no tuvo lugar,
pero también quedó en poca cosa las acusaciones que en principio se
imputaron a Heide y sus pupilos. Seis años después, el archivo de las
actuaciones judiciales o la expulsión de la alemana de España son los dos
finales previsibles del caso.
La noticia irrumpía en una época en la que adeptos de otras
sectas destructivas llevaron a cabo suicidios en masa en países de Europa,
como la tragedia de la famosa Orden del Templo Solar o el caso de los Niños
de Dios, la asociación acusada de corrupción de menores en Barcelona. Era
por tanto un año de especial sensibilidad, pero quizá las autoridades, y por
ende, las fuerzas de seguridad de Tenerife estaban "demasiado"
sensibilizadas.
Los detenidos el ocho de enero del 98, en su mayoría de origen
alemán salvo una joven tinerfeña, pasaron la noche custodiados en
dependencias policiales y al día siguiente fueron puestos a disposición
judicial. Tras tomarles declaración en el juzgado de guardia, todos quedaron
en libertad salvo Heide Fittkau-Garthe y otras tres personas.
La alemana, que tenía una finca en Arafo en la que supuestamente
instruía a su acólitos, fue acusada de los graves delitos de inducción al
suicidio y asociación ilícita. Las otras tres personas, de su entorno más
cercano y que vivían con ella en Arafo, sólo responderían en principio de
asociación ilícita.
Los alemanes puestos en libertad regresaron a su país, dado que
quedaron como simples testigos en el proceso judicial abierto en España. El
zumo de frutas en el que supuestamente se encontraba el veneno que
provocaría la muerte de estas personas se analizó en los laboratorios por
orden judicial. Resultó ser zumo de frutas, con colorantes y conservantes
pero sin rastro de veneno. El delito de inducción al suicidio no se sostenía
de ninguna forma y se mantuvo la acusación de asociación ilícita pendiente
del fino hilo de las declaraciones que los alemanes testigos hicieran en
su país contra Fittkau-Garthe.
Desde Alemania. Comenzó entonces el ir y venir de documentos de
la Fiscalía de la provincia a las fiscalías de varios lander de Alemania. El
otro ir y venir en estos seis años ha sido el de la propia Heide
Fittkau-Garthe. Tras varios días en prisión, fue puesta en libertad con la
condición de presentarse los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado,
obligación que ha cumplido sin demora hasta el pasado 15 de abril de 2004.
El ministerio fiscal pidió a Alemania las declaraciones
testificales de 20 de los detenidos el ocho de enero de 1998 en Tenerife.
Hasta el momento sólo han declarado seis, y según ha podido saber Diario de
Avisos de fuentes muy cercanas al caso, de esas seis declaraciones, cuatro
no tienen ningún fundamento y dos pueden calificarse de "interesantes". Pero
de "interesantes" a tener pruebas, aunque sean testificales, para sentar a
la alemana en el banquillo de los acusados dista un trecho.
De cualquier forma, no sirven de nada las seis declaraciones que
por ahora obran en el proceso judicial por esta causa porque ninguno de los
alemanes quiere venir a España a ratificarlas en un juicio. Los que en su
día vivieron en Tenerife y frecuentaron la casa de Arafo no desean recordar
lo ocurrido e intentan que su nueva vida no se vea enturbiada por estos
hechos. Quedan 14 personas por prestar declaración, pero las autoridades
judiciales alemanes son muy estrictas a la hora de colaborar con las
españolas. Velan principalmente por los intereses de sus nacionales. Así,
cuando el ministerio público español solicita las manifestaciones de otra
persona, su homólogo alemán pide explicaciones y los motivos exactos de esa
nueva declaración.
Por lo que respecta a las manifestaciones de la joven tinerfeña,
que trabaja p
------=extPart_000_0059_01C427B8.B76790A0
Content-Transfer-Encoding: quoted-printable