De: lyraesun (Mensaje original) Enviado: 11/06/2003 11:09
Diálogos sobre Sexualidad Tántrica entre la Discípula y el Maestro.
(y de como no tiene nada que ver con: “Robó...huyó... y lo pescaron’’)*
“Querido Maestro’’-dijo la Discípula Alegre- ¿en qué se diferencian la sexualidad tántrica del sexo, tal como lo conocemos y practicamos en Occidente?”.
Mientras se mesaba suavemente su larga y blanca barba, el Maestro respondió:
“Occidente vive el sexo como descarga, como alivio, como explosión, nunca como implosión, la gente lo compara inconscientemente con las funciones excretorias, como algo que tiene que ‘salir’ urgentemente del cuerpo, algo para sacar, para mandar rápido afuera y así aliviarse”.
La ventana estaba abierta y se olía el fresco de la tarde y el rumor del agua allá a lo lejos.
“Para el Tantra la sexualidad es un éxtasis posible. ¡Nada que ver con algo que hay que expulsar! En tal caso es como liberarse de un Hechizo... ¡el Hechizo del Sexo! Es una forma de recargarse, de llenarse de energía, a través del juego de las polaridades Yin//Yang, de las fuerzas masculinas y femeninas que tienden a unirse, a potenciarse, a enriquecerse”.
“No entiendo Maestro’’ -dijo la Discípula Alegre- “¿cómo es eso de la urgencia’ por salir?’’.
“Fíjate en las películas, auténticos manuales del Sexo para los jóvenes, -respondió el Anciano con voz clara y pausada- verdaderos Constructores de fantasías sexuales. Allí el varón aparece siempre como desesperado, ansioso de entablar una introducción de inmediato y cuando la mujer está dispuesta se muestra igual que él’’.
“Uno se abalanza encima del otro, se desgarran las ropas, apuran la penetración, con una respiración entrecortada, anhelante, ruidosa....Hacen el amor como en una pelea, sobre la mesa de la cocina.... Eso es para ellos lo que es bueno. Eso es lo que llaman Amor. No hay espera, no hay casi caricias. No se respeta el ritual. No hay Juego Sagrado -y con una voz especial agregó-: No hay Humor, que está tan cerca del Amor, y entonces todo acaba rápidamente y viene la tristeza y la depresión”.
El Maestro hizo una pausa y apoyó la mano sobre un libro:
“El líquido seminal es lo que urge por salir y rápidamente el Deseo desaparece. Triunfa el Impulso a la Reproducción por sobre una actitud más contemplativa del Goce. Así el varón pierde la energía sexual ya desde joven y la mujer, como vemos, guarda una actitud recelosa ante el sexo’’.
“Entonces-dijo la Bella Joven- ¿no hay que apurar la salida de las materias sexuales?”.
“¡Claro que no!–dijo el Maestro- los líquidos sexuales son energía pura, lo que los científicos hoy llaman Genoma Humano es un trozo de materia-energía vibrante: una cadena informática, sobredeterminada, hipercompleja, capaz de producir vida, llena de minerales, enzimas y hormonas que en el interior del cuerpo
mantienen la piel fresca, los ojos brillantes y el paso elástico; quien no respeta estas ideas pierde el vigor cerca de los 30 años y necesita estimularse cada vez más y toda su mirada es apagada y sin vida’’
“Mi amado tiene 40 años y me hace el amor sólo los sábados, una vez por semana, ¿hay algo más doloroso que eso para una mujer?’’-dijo la Joven Discípula-
“Si le trasmites las enseñanzas del Tantra y del Tao del Sexo pronto lo verás relinchar como un potro en la verde pradera de Primavera y tú misma te sentirás transportada a los Espacios del Goce’’.
Y mientras sonreía tiernamente, el Maestro agregó:
“Dile que el acto del Amor requiere un re-aprendizaje completo tanto para el Varón como para la Mujer. Así el Tallo de Jade se levantará siempre fuerte y las Puertas de Seda serán siempre aterciopeladas para él”.
“Maestro...tus palabras me llenan de alegría... ¿es esto una Religión?, ¿es una ciencia?’’.
“Ni lo uno ni lo otro” -aclarándose la garganta prosiguió-: “Lo que la Ciencia Occidental -la Sexología Moderna- descubrió hace apenas 50 años se venía practicando en China y la India desde hace milenios, era la manera de preservar la Juventud ante el paso del Tiempo, una Disciplina reservada a los Sabios y a los reyes, los juegos preliminares, el control de la eyaculación para evitar la eyaculación precoz (LINK EYAC PRECOZ), el Punto G (LINK PUNTO G), toda la riqueza e innervación del Clítoris (LINK ALABANZA DEL CLITORIS) y la Vagina Profunda ya eran conocidos por los Yogas y los Vedas y dicen que Masters y Johnson leyeron esos libros en épocas no muy lejanas’’.
“Hoy hay cientos de sitios en Internet sobre Sexología y Tantra, algunos muy buenos, cualquier persona interesada puede acceder muy fácilmente’’.
“En resumen: la Ciencia ayuda pero en el fondo es tratar de hacer del Acto del Amor -de todos y de cada uno- una Obra de Arte. No se trata de rehuir el orgasmo para siempre si no de postergarlo para aumentar el Espacio del Goce’’.
“Tu enseñanza me devuelve la esperanza -murmuró la Discípula Alegre- dime algo más específico sobre las mujeres!”.
“La mujer, aun siendo poliorgásmica, tiene abiertas las puertas del Yoga del Sexo, si lo prueba nunca más vuelve al orgasmia indiscriminada, su carácter mejora, recupera la Juventud y luce más bella que nunca, las hormonas que produce no se pierden por su orina sino que se mantienen en sangre y eso alegra su carácter, evita la menopausia dolorosa y se siente productiva y excitada todo el tiempo’’.
“Maestro...Maestro... -Discípula Alegre movió incrédula su cabeza y unos mechones le taparon por un momento la mirada brillante: ¿De qué vivirán los sexólogos y los psicólogos si todo el mundo practicara el Tantra y el Tao del Sexo...?”.
Sonriendo imperturbable el Anciano hizo un gesto vago con la mano:
“Los desafíos que viven los sexólogos y psicólogos de nuestros días son inquietantes: su ciencia toda se moviliza ante el Viagra , la apomorfina (Uprima), el tadalafil (Cialis), el vardenadil (Levitra), la ocitocina como afrodisíaco femenino, la clonación que vino para quedarse...’’
“Pero no perdamos la Esperanza: en Internet hay algunos que se están replanteando los fundamentos y vuelven a las fuentes en busca de verdades y hacen de su vida personal un aprendizaje perpetuo, no se fosilizan sino que el Tao les enseña a ser flexibles como el bambú con el viento en la tormenta”.
La noche volcaba su tinta mansamente en la estancia donde platicaban, el Maestro encendió una vela y se hundió en una meditación profunda, la luz tenue iluminaba su rostro y jugaba prendiendo y apagando sus facciones. Discípula Alegre se marchó sin hacer ruido pensando en...
“…tratar de hacer del Acto del Amor una Obra de Arte’.
* Lic. Norberto Litvinoff- Psicólogo y Sociólogo-
norcham@arnet.com.ar
Del Boletín Nueva Humanidad d e Francisco Chechi
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